Arte gótico es la
denominación historiográfica del estilo artístico que se desarrolló en Europa
Occidental durante los últimos años de la Edad Media, desde mediados del siglo
XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia), y bien
entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo.
Se
trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se
expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en
momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo
diferenciaciones profundas: más puro en Francia, más horizontal y cercano a la
tradición clásica en Italia, con peculiaridades locales en Flandes, Alemania,
Inglaterra y España.
Frente a las
iglesias y monasterios del románico, dicho esto de la forma general, el gótico
eleva, como su obra arquitectónica emblemática, prodigiosas catedrales llenas
de luz así como con una gran altura, siendo estas sus principales aportaciones
técnicas, aunque también se desarrolló una importante arquitectura civil. Otra
de sus características es que se comenzó a independizar a otras artes
plásticas, como la pintura y escultura, de su subordinación al soporte
arquitectónico.